Publicado en EL TIEMPO

¿En que momento dejamos de amar?

egoismo

Una conocida se separó hace más de un año. Uno de sus hijos cayó empicado en la droga. Otra dejó sus brillantes estudios y cogió depresión. Una separación algo así como «por antojo», es decir, era una situación totalmente solucionable.
Otra chica muy conocida destrozó la vida de sus tres hijos, cada uno de un padre distinto, porque los hombres su vida eran totalmente efímeros.
Una señora cargada de complejos y miserias, destrozó la vida de una compañera muy potente laboralmente tan solo por no ceder en su poder. Al mismo tiempo, se cameló al jefe de tal forma que se supone una infidelidad posible afectando notablemente no solo al jefe sino a su familia.
Una chica «atrapó» al pobre y guapo chico pueblerino y lo anuló de tal forma que él pasó de ser galante, educado y buenísima persona, a un loco del que todos huimos.

¿En qué momento? ¿cuándo dejamos de querer a nuestros hijos, maridos/mujeres, vecinos, etc para querernos a nosotros mismos por encima del bien?
Yo dudo que la envidia esa solo una característica. La envidia, como todo, en pequeñas dosis es buena para hacernos reaccionar y crecer pero a grandes cantidades es un enfermedad mortal.
La posesión del otro, el deseo de dominar, el deseo de poder, puede destruirnos y hacernos caer en una circular de narcisismo incapaz de dejarnos tomar la realidad, tomar el mundo como lo que es; un lugar maravilloso para encontrar amor, amistad y felicidad.

37 comentarios sobre “¿En que momento dejamos de amar?

  1. Me extiendo, si aceptas, LA, dados los puntos de vista, y es natural, tan latos…
    Me parece -digo de Isabelamor- que el sentido posesión/donación es inherente a eso que llamamos, más o menos, amor. Y eso así parece.
    Digo -sobre Leha- que es infrecuente no amar a un hijo -de entrada el muy posible fruto de un amor fuerte y responsable previo-, pero testimoniado está que ese sentido no es absoluto: padres, genérico gramatical, hay con total desamor a los hijos. Y así es, por desgracia.
    Digo -de Chojesús- que hace bien con amar siempre… Es estupendo optimista, pero entiendo que algo debe importa no ser amado: duele. ¿Se determina más por se amante que amado? Un estupendo punto de vista clásico, y muy bueno y entregado. Eso es casi amor en estado puro.
    Y comento a Gorgeano ya, si se me admite de grado: el capitalismo (y su hijo reactivo) no es nada bueno, es inhumano… Él nació del protestantismo (premio otorgado al ganador económico, que justifica y hace moral toda conducta de vida y superior a todos los no triunfadores. Todo eso justifica raros valores acerca de la misma familia: escusas de depredadores humanos de los bienes que son valor y derecho de todos si en igualdad ponderada y racional. Es historia pura y dura.

    Y me digo, con buena idea: pero a fin de cuentas, todo comportamiento general (amor, economía, egoísmo, altruismo, etc.), nace, acopia o reparte, quita o llega a donde sea, pero desde un corazón humano, del concreto de cada ser concreto… Lo peor será que, luego, intente justificar lo nunca posible. Y so se da, ¡vaya si lo fabricamos!
    Por natural esencia y discurso la vida es dura y el ser humano un terrible depredador. Y eso pasa por egoísmo, que nace de la condición constitutiva humana; por eso todo intento civilizador es bueno y arduo, exigente y (sí, lo voy a decir porque es palabra del diccionario olvidado) sólo puede llegar desde el ejercicio de lo virtuoso.
    El tema que levantaste, querida LA, da para lo que se quiera. Espero no haber molestado a nadie, que he querido dar mi opinión sobre el parecer legítimo que he visto entre cuantos te han leído y comentado. Mi abrazo para los conocidos y mi saludo a los que he nombrado espero que no temerariamente. Mis excusas, por este largo comentario.
    LA, todo un abrazo amigo. Buen día

  2. Aunque parezca que nada tiene que ver un tema con el otro, éstos están íntimamente ligados. Estoy convencido de que éste tipo de comportamientos que describes tan bien (y que me han afectado personalmente al punto de llevarme a una crisis nerviosa hace unos años de la cual todavía no me repongo del todo) tiene su base en el capitalismo. Repito, parece que no hay relación entre una cosa y la otra, pero existe, y es mucho más fuerte de lo que la gente supone. El sistema capitalista es el que premia al «ganador» por sobre la persona, y el «ganador» en el sistema capitalista es el que tiene más dinero, no importa si para ello tiene que pisotear la vida de los demás. Ése sistema de valores se extiende por todos los ámbitos: la fama, el poder, etc.
    En el capitalismo es amor no tiene valor de cambio, por lo tanto, nada vale.
    Cariños.

      1. Modestamente creo que no ando muy errado. Y lo que sientes es lo mismo que siento yo (tal vez de allí la empatía que me produjo tu post); mucha veces furia o enojo; otras veces un profundo dolor (cuando quien así actúa es alguien a quien uno quiere mucho, por ejemplo. Me da mucha pena verlos reducidos a tan poca cosa).
        Será que, tal como dije en mi post «despojarse de todo» yo estoy en la otra vereda, pero insisto en que esa gente se ve patética.
        Cariños y paz.

      2. 🙂 Está muy bien, nada de falta de humildad. A todos nos sucede que a veces nos cuesta poner en palabras lo que pensamos y otra persona lo hace perfectamente bien por nosotros. Aun así, esta «idea» mía es relativa, ya que es una conclusión a la que he llegado luego de mucho leer a filósofos y analistas; no es que sea nada original tampoco.
        Cariños.

  3. Yo no estoy nada seguro de que el mundo sea maravilloso, un eterno natural maravilloso. Alguien con aquello del hombre bueno por naturaleza ha puesto a la humanidad en muy mala creencia asumida. La vida tiene sus momentos capaces: solamente que a cambio pide esfuerzos espartanos y tales actos de heroísmos prolongados que hoy repudiamos… Nos hemos dado un hedonismo material y egoísta absolutamente desproporcionado. Seguramente estamos descentrados y no lo sabemos.
    LA, eso pienso, un poquito a contra pie de tu tesis y para poner un acento de tensión reflexiva a tu buen material humano. LA, mi cariño seguro.

  4. No creo que siempre sea así de fácil… no se deja de amar por quererse a uno mismo, hay veces que la vida nos aboca a situaciones dónde hay que elegir, pura supervivencia.

  5. PLANTEAS UNA ENCRUCIJADA. A PARTIR DE AQUI PODEMOS SER FIELES A LOS DEMAS Y SUS NECESIDADES, O SERNOS FIELES A NOSOTROS MISMOS… NADIE TE DESTROZA LA VIDA… TE LA DESTROZAS TU MISMO.

    Y EN REALIDAD, NUNCA DEJAMOS DE AMAR, SIEMPRE AMAMOS ALGO O A ALGUIEN… SIEMPRE SENTIMOS AMOR, O SU AUSENCIA.

  6. Ya estamos otra vez.
    Una mañana de lunes y «estas dos» dejando traslucir tristeza. Qué importa cuando nos aman o dejan de amarnos. Todo al carajo, con perdón.
    Venga, venga, a quemar esos diarios, que no sirven para nada. El futuro es azul, rojo, y verde esperanza.
    Yo no tengo diario, y precisamente por eso, nunca, nunca, dejaré de amar. Y no es pedantería por mi parte.
    Venga, vamos arriba!!!
    Besos

  7. Pienso que las personas a veces no aman..se creen que si pero no es amor de verdad…creo que se ama aun sin saberlo de verdad cuando tienes un hijo y dudo mucho muchísimo que alguna vez deje de amarse….
    Un abrazo de lunes…con una ración de besos llenos de alas….

  8. Estoy contigo la posesión hacia el otro el querer que tan sólo sea nuestro hace que el amor se acabe, bueno esto es parte de la causa porqué si entra en escena una tercera persona, ahí ya no nada que hacer.
    Muy buen post querida mía has puesto el dedo en la llaga.
    Que tengas un feliz lunes de cine