Publicado en EL TIEMPO

Habláme

realidad y deseo

Ayer no pude salir de casa. ¿Miedo escénico o cansancio? Dejé a mis amigas del «Planchaito» abandonadas. Me llamaron e insistieron a la vez que respetaron mi sentir.

Hoy hemos quedado tres de nosotras y una, más atrevida, me ha preguntado por el motivo de mi ausencia. Pregunta que ha servido para relatarme entre lágrimas y suspiros su idéntica experiencia.

Hace años vivió una situación que, salvo en matices, podría tener mi nombre.

Desde que se enteró a principios de Septiembre quiso incorporarse a este creciente ambiente solo por acompañarme en esta lucha. De hecho, juntas hemos iniciado un nuevo proyecto del que estoy bien ilusionada y en el  que creo poder participar de forma activa y dando de mi lo que más sé hacer.

Ha suspirado y entrecortado sus frases  mientras mi mente se alejaba de la idea de locura que invade mis sentidos.

Sus palabras eran mías, sus lágrimas salían de mis ojos y mi mente proyectaba sus escenas.

Desgraciadamente el año pasado la vida me puso de frente con la maldad, el odio, la envidia y la injusticia. Sin embargo ahora vuelvo, como siempre en mi vida, a estar rodeada de amor en su sentido más amplio.

Esta misma mañana íbamos por el centro de compras y un mensaje al móvil donde un gran amigo se interesaba tan solo por saber si estaba bien. ¿Hay algo más hermoso?

La batería de mi nuevo y maravilloso móvil no me llega al mediodía por los Whast incesantes, correos y llamadas.

Eso si, sola no estoy.

12 comentarios sobre “Habláme

  1. La última línea del post es lo que necesitas recordar (¡hazte un tatuaje mental!) cuando te sientas como narras en el post de ayer. ¡Eso levanta el ánimo de cualquiera!
    Cariños.